El transporte de mercancías es clave en la cadena de abastecimiento desde el proveedor hasta el cliente. Dentro de este proceso pueden presentarse diversos riesgos en las diferentes etapas, ya sea desde el cargue, durante la movilización o en el descargue en su destino final. Los posibles daños pueden ser directos, daño parcial o total de la mercancía, tiempos largos de entrega, pérdida total de la carga; o indirectos, consecuencia de los anteriores, como pérdida de la imagen de la empresa en el sector o pérdida en la cuota de trabajo (clientes).
Por razones como estas es que se vuelve necesario en este tipo de empresas utilizar la Administración de Riesgos como una herramienta para minimizar el impacto de los mismos sobre el sistema y mejorar su posición competitiva en el sector.
La metodología más comúnmente utilizada involucra la Identificación, Análisis y Evaluación de los riesgos a los que normalmente se enfrentan estas empresas en las diferentes etapas del proceso, con el fin de obtener una visión más global y conocimiento general y de esta forma analizar y hacer un cambio en la forma en que se tratan estos problemas.
Identificación y clasificación de los riesgos
En esta etapa se determina el origen de los riesgos, los sujetos sobre los que podría ocasionarse y sus respectivos efectos. Para esto, se utilizó una metodología propuesta por una compañía en la cual se agrupan en principio los riesgos-sujeto en Grupos de sujetos y los riesgos-amenaza en Fuentes de Riesgo, para luego suponer la acción del segundo grupo sobre el primero.
Grupo de sujetos
En este punto se identifican todos los sujetos que de alguna manera están expuestos a verse afectados por cualquier evento que los perturbe negativamente, ya sea en salud, integridad física o sociológica, si se trata de personas; o el daño o destrucción parcial o total si se trata de bienes de la empresa o terceros.
Cada uno de los activos o sujetos que intervienen en la situación del riesgo, se clasifican en una serie de grupos, que se definen a partir de las actividades desarrolladas por la empresa. Estos sujetos pueden agruparse así:
- Personal Propio
- Activos Materiales
- Activos Inmateriales
- Activos de Terceros
Fuentes de riesgo – amenazas
De acuerdo a diferentes análisis realizados por varias organizaciones se ha definido que las diversas etapas del proceso de transporte (carga, movilización y descargue) se dividan en grupos de la siguiente forma:
- Derivados del vehículo transportador y del transporte
Incendio, explosión, impacto con otros vehículos, eventos generados por frenaje y aceleración inadecuados, oscilación en las curvas, vibración, vuelco, derrumbamiento, caída al vacío o desde el vacío, eventos generados por: falla del motor, falla de frenos, falla de la dirección del vehículo, falla de las llantas por desgaste, avería o rotura de las piezas del vehículo; eventos generados por comportamiento del Conductor: acción, omisión, negligencia, efectos del estrés; manejo de la Carga: efectos de un cargue o descargue inadecuado, empuje y arrastre inapropiado, caídas de la carga
- Derivados de hechos externos
Rayo, inundaciones y tempestades, derrumbes y arrastrada de puentes, terremoto; atraco o robo, falta de entrega, mal estado de las carreteras y vías públicas, explosión o incendio en algún predio, contaminación por residuos o por olores, asonada, rebelión, terrorismo, motín, conmoción civil, actos de huelguistas.
- Derivados de la naturaleza del bien movilizado
Bienes sin empaque: saqueo, avería
Naturaleza de la carga: avería
Clases de empaque: derrame, evaporación, avería
Análisis y evaluación de riesgos
Ya que se tienen realizadas la lista de amenazas, sujetos expuestos y de suponer la afectación que podrían generar dichas amenazas sobre cada uno de estos, se realiza un análisis y evaluación más detallada, con el fin de cuantificar los riesgos y obtener un criterio correcto al momento de establecer las opciones de tratamiento para estos.
Para el diseño, estructuración y puesta en funcionamiento de un programa de gestión de riesgos es necesario considerar y valorar las posibles situaciones de siniestro que pueden presentarse dentro del sistema y el impacto que puedan tener sobre la estabilidad del mismo.
Para ello, es necesario establecer objetivos tales como establecer un marco de referencia, identificar las amenazas, cuantificar los riesgos, comparar los riesgos evaluados con el patrón de seguridad, definir metas para el control de cada riesgo y aplicar estrategias para la minimización de cada riesgo.
Luego de esto, es necesario realizar un procedimiento adecuado que incluya las siguientes etapas: definición del sistema, definición del ámbito de aplicación, definición del alcance de estudio, selección de los factores de vulnerabilidad, identificación de amenazas, inventario de recursos amenazados, definición de escenarios para siniestros, diseño de tablas de valoración con probabilidad y gravedad de las consecuencias, valoración de probabilidad y consecuencias de cada escenario, calificación del riesgo por escenario, construcción de matriz de aceptabilidad de riesgos, definición del perfil de riesgos, determinación del patrón de distribución de escenarios.